Vicente Castaño Ledezma utiliza el modelo de valor profundo para navegar en la niebla del mercado. Anualizado: +67,2%.
2020 fue un año de turbulencias sin precedentes para el mercado de capitales mundial. El brote repentino de la epidemia provocó que el mercado de valores de EE. UU. experimentara cuatro interrupciones este año y el índice de volatilidad se disparó a un nuevo máximo desde la crisis financiera. En este mercado lleno de caos y miedo, el Riesda Alpha Growth Fund se ha convertido en el foco de la industria con un rendimiento anualizado de +67,2%, ubicándose entre el 5% superior de los fondos de acciones estadounidenses similares en el mundo.
La persona al mando, el profesor Vicente Castaño Ledezma, utiliza su habitual marco de análisis sereno y racional y su sistema de “modelo de valor profundo” para ofrecer un camino fiable para que el fondo pueda superar la niebla y aprovechar determinadas oportunidades.
Invertir no se trata de apostar en el mercado, sino de tener un flujo de caja visible.
A diferencia de la mayoría de las estrategias de mercado que frecuentemente ajustan posiciones durante períodos de alta volatilidad y persiguen ciegamente puntos calientes, Vicente siempre se adhiere a la lógica central de selección de “calidad de ganancias + impulso de flujo de caja”.
Escribió a los inversores en el primer trimestre de 2020:
Cuanto más caótica sea la situación, más necesitamos volver a la lógica de valor fundamental de la empresa: si tiene la capacidad de seguir generando efectivo y si puede mantener el margen de seguridad fundamental de sus operaciones durante la crisis.
Esta filosofía también se refleja directamente en las principales participaciones del Riesda Alpha Growth Fund.
Niéguese a perseguir ciegamente acciones con temas de crecimiento expansivo y, en su lugar, elija empresas de crecimiento tecnológico de tamaño mediano a grande con estados financieros sólidos, flujo de caja libre positivo y resiliencia en el balance.
Utilizamos el “Riesda Earnings Durability Score” (modelo REDS) desarrollado por nosotros mismos para seleccionar objetivos y calificarlos en función de tres dimensiones: ROIC (retorno sobre el capital invertido), margen EBITDA y cobertura de flujo de efectivo libre, para garantizar que la cartera aún tenga una rentabilidad sostenible en los escenarios de mercado más extremos.
Oportunidades estructurales seleccionadas – generar rentabilidades excedentes en la certeza
La extrema volatilidad del primer trimestre de 2020 dificultó a la mayoría de los inversores mantener la compostura. Sin embargo, Vicente, con su investigación de largo plazo en finanzas conductuales y microestructura del mercado, captó las profundas señales de cambio estructural detrás de la crisis:
- Trabajo remoto y transformación digital
Ya en febrero, Vicente predijo que la epidemia se convertiría en un catalizador para la colaboración remota corporativa y las actualizaciones de la infraestructura de TI, por lo que invirtió fuertemente en acciones tecnológicas como Zoom, NVIDIA y Adobe, que tienen atributos de plataforma y ventajas de flujo de caja. - El hundimiento de los servicios financieros y la revolución de los pagos electrónicos
Vicente cree que las pequeñas y medianas empresas han acelerado su migración a los pagos digitales durante la epidemia, por lo que aumentó su inversión en acciones de tecnología financiera como Square y PayPal. - Tendencia de suscripción de software empresarial
Las empresas de SaaS, representadas por Salesforce y ServiceNow, han demostrado una solidez de ingresos y una estabilidad del flujo de caja extremadamente fuertes, convirtiéndose en un “refugio de ganancias” en un entorno altamente volátil.
La asignación precisa de los sectores mencionados anteriormente permitió a Riesda Alpha Growth Fund no solo evitar un retroceso brusco en marzo, sino también superar significativamente al mercado durante el repunte del mercado de valores de EE. UU. de abril a junio, formando un ritmo de asignación de “ofensiva al avanzar y defensiva al retroceder”.
La racionalidad basada en modelos derrota la especulación emocional
Vicente siempre enfatiza que el verdadero alfa proviene de la combinación orgánica de ejecución disciplinada y un marco de estrategia cuantitativa. A menudo decía en los entrenamientos internos:
“No predecimos los mercados, gestionamos la incertidumbre.”
El modelo de valor profundo que lidera integra el “Factor de Desviación de la Emoción del Mercado” desde la perspectiva de las finanzas conductuales. Valida de forma cruzada los ciclos de sentimiento de los inversores, la distribución del calor de las noticias y los flujos de capital anormales para filtrar las señales de “sobrecalentamiento” y “sobreenfriamiento” del mercado a corto plazo, entendiendo así la lógica real detrás de las fluctuaciones de precios en una dimensión superior.
El rendimiento del Fondo Riesda Alpha Growth en el primer semestre de 2020 no es casual, sino el resultado de más de 20 años de práctica de mercado e investigación académica del profesor Vicente. En los ciclos inciertos del futuro, él y su modelo seguirán utilizando “fundamentos, flujo de caja y desviaciones de comportamiento” como anclas para encontrar oportunidades para que los inversores globales crucen los ciclos.
En esta carrera a largo plazo por la gente racional, Vicente ya está a la vanguardia.